Septiembre trae consigo el regreso a la rutina: trabajo, colegio, actividades… Aunque parece natural pasar página, muchas personas sienten ansiedad al enfrentar este cambio.
Se trata del conocido síndrome postvacacional o ansiedad de vuelta, con síntomas como cansancio, irritabilidad, dificultad para concentrarse, y falta de motivación.
¿Por qué ocurre?
- Durante el verano, los horarios, alimentación y descansos cambian. Volver de golpe a la estructura y exigencia puede generar tensión emocional y mental.
- Muchas personas idealizan las vacaciones; la realidad puede quedarse corta frente a estas expectativas, lo que aumenta la frustración interna.
- En niños y adolescentes se observa ansiedad por la vuelta al cole: miedos sociales, al profesor nuevo o a no encajar. Conversar sobre estos miedos desde antes ayuda a reducir la preocupación.
Estrategias útiles
Estrategia | Qué aporta y cómo aplicarla |
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Regreso gradual a la rutina | Acostarse y levantarse progresivamente unos días antes del inicio reduce el impacto emocional |
Metas sencillas y realistas | Enfocarse en pequeños logros aporta estructura sin presión. Evita la lista excesiva de tareas |
Comunicación familiar abierta | Hablar sobre emociones, especialmente con niños y adolescentes, da confianza y reduce ansiedades |
Actividad física moderada | Caminar o hacer ejercicio suave estabiliza tu estado emocional durante la transición |
Autocompasión y calma interna | No te juzgues por sentir tensión. Cada proceso de adaptación es válido y lleva su tiempo. |
Septiembre puede sentirse abrumador, pero también puede convertirse en un momento de reencuentro contigo. La clave es permitirte adaptarte paso a paso, con paciencia y sin exigencias. Reconocer cada emoción como válida es el primer paso para acompañarte con calma.
¿Sientes que septiembre te supera y no sabes cómo acomodarte emocionalmente a la rutina? Agenda tu sesión de valoración. Te acompaño para construir un regreso suave, consciente y con bienestar emocional.
